Los errores por esta causa pueden ocurrir en cualquier etapa del sistema de utilización de los medicamentos, desde la prescripción a la administración, pasando por el almacenamiento, la transcripción o la dispensación. Hay diversos factores que aumentan el riesgo de confusión en los nombres de los medicamentos, como son una prescripción manuscrita poco legible, la coincidencia en la forma farmacéutica, dosis y/o intervalo de administración, la similitud en la apariencia del etiquetado y/o envasado, el desconocimiento del nombre del medicamento (particularmente de medicamentos de reciente comercialización), etc.
En los últimos años las autoridades sanitarias y la industria farmacéutica han tomado medidas para evitar que haya similitudes inaceptables con los nombres de los nuevos medicamentos que se registran. También la creciente introducción de las nuevas tecnologías de la información ha permitido reducir numerosos errores de este tipo. No obstante, cabe destacar que la prescripción electrónica no evita por completo estos errores, ya que si dos medicamentos presentan un nombre similar y aparecen próximos en los listados informáticos pueden ocurrir errores por seleccionarse un medicamento equivocado, particularmente ante medicamentos nuevos o poco habituales. También, la incorporación de sistemas de dispensación automatizada, lejos de eliminar estos errores, puede incluso aumentar las oportunidades de errores con estos medicamentos, tanto cuando se selecciona como cuando se repone un medicamento.
formula electronica |
formula no legible |
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